El ciclismo tiene muchos beneficios para la salud, tanto para el cuerpo como para la mente. Además, el ciclismo (generalmente estacionario) es una de las primeras actividades recomendadas para mejorar el suministro de sangre y recuperar la atrofia muscular después de una lesión, particularmente en la parte inferior del cuerpo. Con esto en mente, podemos decir que el ciclismo regular nunca dañará su salud, solo la beneficiará. Sin embargo, para obtener los beneficios de este deporte, debe ser constante y pedalear durante al menos 30 minutos dos veces por semana a una intensidad superior a su umbral aeróbico.
- Aporta oxígeno al cerebro y combate el estrés
Cuando montamos en bicicleta aumentamos nuestra capacidad aeróbica y nuestra capacidad pulmonar, lo que obliga a nuestros pulmones a intercambiar gases (O2/CO2) de forma mucho más eficiente, al igual que en Crossfit.
Los estudios demuestran que la bicicleta facilita la oxigenación cerebral (actividades al aire libre) y la formación de ciertas hormonas que, junto con el gran poder de desapego de la rutina, ayudan a combatir el estrés (fatiga del sistema nervioso) y mejoran nuestro estado emocional, al evitar la tristeza e incluso salir de la depresión. Las hormonas involucradas son:
Endorfinas: disparan la felicidad.
Dopamina: crea la sensación de placer.
Serotonina: facilita el sueño.
- Tonifica y fortalece la espalda
Los cuádriceps y los isquiotibiales se tensan rápidamente porque son los músculos que más se trabajan cuando pedaleamos en la bicicleta. Las pantorrillas y el glúteo mayor también se fortalecen, aunque en menor medida.
Por otro lado, el ciclismo regular fortalece la espalda. La inclinación de nuestro cuerpo hacia el manillar favorece la contracción y el fortalecimiento de los músculos lumbares, estabiliza el torso y protege la columna vertebral de vibraciones y golpes. Esto reduce indirectamente el dolor de espalda causado por un estilo de vida sedentario, así como la posibilidad de hernias.
- Corazón fuerte
Si pedaleamos con regularidad y poco a poco vamos subiendo la intensidad, podemos elevar nuestro umbral aeróbico y anaeróbico. Además, haremos que el corazón bombee sangre con mucha más fuerza para facilitar la llegada de oxígeno a todo el cuerpo, flexibilizando indirectamente los vasos sanguíneos. Esto fortalece el sistema circulatorio, el corazón y permite que la frecuencia cardíaca en reposo disminuya. ¡Seremos más eficientes en cada actividad diaria!
Además, las calorías se queman principalmente en forma de grasa (capacidad aeróbica), por lo que se reduce nuestro colesterol malo (LDL) y se aumenta el bueno (HDL).
- Sistema inmune resistente
Cuando practicamos este deporte, nuestro cuerpo produce fagocitos (células inmunológicas) que atacan a las bacterias infecciosas que ingresan a nuestro cuerpo, reduciendo así la posibilidad de enfermarnos. También nos ayuda a mantener niveles adecuados de azúcar en la sangre, ya que mejorar el flujo sanguíneo reduce el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón hasta en un 20%.
- Articulaciones más sanas, fuertes y protegidas
A diferencia de otras disciplinas como el running, fortalecer los músculos de las piernas significa mayor sujeción y estabilidad, especialmente las rodillas, y esto unido a que la mayor parte del peso recae sobre el asiento hace que no haya impactos articulares. Además, el movimiento cíclico del pedaleo favorece la difusión de nutrientes a través del cartílago, consiguiendo articulaciones más sanas, resistentes y protegidas.
¡Atención! Este beneficio compartido será nulo si nuestro ejercicio se realiza con un sillín y un manillar mal ajustados. No importa en qué terreno uses la bicicleta y cuánto tiempo le dediques, debes ajustar el sillín y el manillar a tu anatomía. Si no lo hace, estos beneficios se anularán y le resultará más fácil lesionarse los músculos del cuello y la espalda.
No se recomienda andar en bicicleta para personas con curvatura espinal o lesiones en la rodilla, como condromalacia rotuliana, tendinitis rotuliana o síndrome de la banda IT.
- Adiós celulitis
El fortalecimiento muscular mencionado anteriormente, junto con el efecto de masaje en nuestra piel causado por el pedaleo, moviliza activamente el agua y las toxinas del cuerpo y evita la acumulación de grasa al quemarla para obtener energía.
- Beneficios sociales, económicos y ambientales
Los entusiastas de la bicicleta ya defienden su práctica como un “estilo de vida”, argumentando además de los beneficios anteriores que:
Al mejorar nuestro estado de ánimo, somos más receptivos para conocer gente y hacer nuevos amigos.
Utilizar la bicicleta para el día a día en detrimento del coche u otro transporte público aporta un ahorro económico a nuestro bolsillo y contribuye a la lucha contra la contaminación, especialmente en las grandes ciudades. En nuestra web podrás encontrar las mejores bicicletas estáticas plegables para casa.